FILOSOFÍA SLOW
Actualmente, el individuo moderno vive sumido en una carrera
de obstáculos en la que el tiempo parece ser lo que impera en nuestros días,
siendo indispensable el mínimo tiempo para economizar cada segundo, rindiendo
lo más rápido posible.
La intención del movimiento Slow es animar al individuo a
llevar una vida más plena y tranquila, pudiendo este poder controlar su periplo
vital. La clave reside en el ritmo adecuado para cada momento del día; se debe
ir más rápido cuando las circunstancias apremian y soportar el estrés que nos
embarga; pero al mismo tiempo, saber detenerse y disfrutar del presente aunque
las obligaciones nos abrumen.
ACTITUD LENTA
En demasiadas ocasiones, a la lentitud se le tacha de
negativa. En cambio, los efectos beneficiosos de una actitud pausada, bien
razonada y segura no provocan torpeza, desinterés, tedio, etc.
Las decisiones importantes no siempre deben tomarse impulsivamente.
Resulta difícil creer que llevar a cabo más de una actividad a la vez es
sinónimo de resultados positivos; más bien, adocenamiento en todos los ámbitos.
Asimismo, la inactividad no implica siempre vacío, pues reflexionar con calma
puede dar lugar a ideas brillantes que nos ayuden positivamente en nuestra
tarea.
El movimiento Slow quiere proveernos herramientas a los
individuos para que su vida no sea una sucesión repetitiva de obligaciones
encadenadas, sin emociones.
En conclusión, el movimiento Slow es una fuente de placer,
útil para alejarse de una vida regida por una velocidad que erradica en nuestra
capacidad para disfrutar de momentos de ocio.
Para más información, podéis indagar en la página web oficial del Movimiento Slow:
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