viernes, 25 de enero de 2013

Así habló Zaratustra


Después de cierto tiempo sin poder publicar entradas vamos a aconsejaros una lectura muy interesante. Muchos de vosotros ya conoceréis u os sonará el título del libro: Así habló Zaratustra, de 
un gran filósofo alemán, Friedrich Nietzsche. El título original, en alemán, es <<Also sprach Zarathustra. Ein Buch für Alle und Keinen>>.




Así habló Zaratustra cuenta la historia de un ermitaño: Zaratustra, que vive recluido en la montaña, donde a lo largo de su retiro reflexiona sobre la vida y la naturaleza del hombre. Una vez que siente que es el momento adecuado, decide regresar al mundo para comunicarle el fruto de su conocimiento.
De esta forma, Nietzsche se sirve de la figura de Zaratustra para desarrollar y enlazar los cuatro elementos principales sobre los que se asienta toda su obra y que son exhaustivamente tratados a lo largo de este libro: la muerte de Dios, el Übermensch, la voluntad de poder y -aunque no desarrollado explicitamente- el eterno retorno de lo idéntico.

El legendario profeta Zaratustra, sustentador de la moral del <<bien>> y del <<mal>> ha de venir ahora a destruirla, a hacerla entrar en el ocaso y la caducidad definitiva.

El Übermensch ha de ser un hombre desgajado de toda forma de <<trasmundo>>, de todo paradisíaco más allá de todo mundo celestial. Será fiel a su destino y a la realidad. La mediocridad de la moral occidental, vigente desde el triunfo del cristianismo, acabará definitivamente.

Nietzsche considera la muerte de Dios un requisito previo a su concepción:
La noticia de la muerte de Dios es la primera enseñanza de Zaratustra, metafóricamente el pilar sobre el que se sustenta la construcción del Übermensch. En el primer encuentro que Zaratustra mantiene apenas ha abandonado su retiro en la montaña, con el que resulta ser un religioso, se sorprende:
''¡Será posible! ¡Este viejo santo en su bosque no ha oído todavía nada de que Dios ha muerto!''
Dios deviene en una figura en extinción. Ya no sustentará falsos valores ni escalas erróneas de valores. No uno. Todos los dioses se extinguirán y esa ausencia permitirá al hombre obtener su plenitud y la búsqueda de la superación. Solo vivirá la vida y la vida es siempre, cuando no es acallada por la mentira y por la falsa moral, <<voluntad de poder>>.